Los accidentes viales y el alcohol
“Kabla Diagnósticos”
La constante movilidad de las personas, ya sea para fines sociales, económicos, políticos o de cualquier otra índole, y su relación con cada uno de los elementos que forman parte del sistema de transporte en el que se desenvuelven, conlleva la posibilidad de exponerse a determinados factores de riesgo que pueden derivar en algún tipo de lesión. Dentro de los principales factores de riesgo que influyen para que se presente un accidente de tránsito y que pueden determinar la severidad de los daños se encuentra la conducción a exceso de velocidad, presencia de alcohol y otros tipos de drogas. Debido al impacto y magnitud de las lesiones asociadas a estos factores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las naciones aplicar medidas concretas para prevenir los choques en la vía pública, reducir al mínimo los traumatismos y sus consecuencias, y evaluar las repercusiones de estas medidas; establecer y aplicar límites de alcoholemia para los conductores, con análisis del aliento aleatorios en puestos de control de sobriedad; potenciar los programas de aplicación de la ley mediante campañas de información y educación del público (por ejemplo, sobre los riesgos que entraña conducir a velocidades excesivas o bajo los efectos del alcohol, y las consecuencias sociales y jurídicas de hacerlo).
Los accidentes constituyen un creciente problema de salud pública a nivel mundial, debido tanto a los daños a la salud que ocasionan como a los enormes costos que generan tanto a las familias como a la sociedad, al provocar un elevado gasto en salud y una gran demanda de servicios. De acuerdo con el Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito1, en 2002 fallecieron 1.2 millones de personas en las carreteras de todo el mundo, lo que equivale, en promedio, a 3,242 muertos como consecuencia de lesiones en accidentes de tránsito. Se trata principalmente de adultos jóvenes de entre 15 y 44 años de edad, 73% de ellos del género masculino. En México mueren anualmente alrededor de 20 mil personas en algún tipo de accidente de tránsito; la proporción es de tres hombres por cada mujer. Estos accidentes representan la primera causa de muerte en niños, adolescentes y adultos jóvenes, y ocupan el quinto lugar como causa de muerte general en el país. Se estima que cada día son hospitalizadas 1,700 personas con lesiones severas y más de 100 enfrentan discapacidad permanente por la misma causa. Los accidentes de tránsito representan en el país la segunda causa de orfandad.

El conducir bajo la influencia del alcohol tiene un impacto directo en el riesgo de sufrir un accidente de tránsito, así como en la severidad de las lesiones resultantes. Aunque la frecuencia de este fenómeno varía entre los países, las investigaciones realizadas durante años.
Aunque la frecuencia de este fenómeno varía entre los países, las investigaciones realizadas durante años, han demostrado de manera contundente que existe mayor riesgo en los conductores que han ingerido alcohol que en quienes no lo hacen.
En muchos países en donde el consumo de alcohol es parte integral de la vida diaria se ha demostrado que conducir bajo los efectos del alcohol es la causa de casi la mitad de los muertos y heridos graves, debido a los accidentes de tránsito. En los países de ingresos medios y bajos, entre 33% y 69% de los accidentes mortales y entre 8% y 29% de los lesionados se relacionan con el consumo de alcohol.
En 1964, el estudio “Grand Rapids”3 demostró que el riesgo de colisión aumentaba en función de la cantidad de alcohol consumida por los conductores, con una base de 0.08 g/dl de alcoholemia, aún aceptada como límite en muchos países. Estudios posteriores han revelado que incluso niveles más bajos, como el límite máximo de alcohol en sangre permitido en México (0.04 g/dl), incrementan el riesgo de choque.
El examen de estudios publicados pone de relieve que los límites de entre 0 y 0.02 g/dl pueden reducir de 4% a 24% la tasa de choques entre los jóvenes y los conductores principiantes.
Aunque resulta difícil hacer comparaciones entre países, es posible obtener algunas conclusiones:
• En Sudáfrica, entre 26% y 31% de los accidentes no fatales correspondieron a conductores que excedieron el límite máximo permitido en la concentración de alcohol en sangre (BAC), de 0.08 g/100 ml.
• En Tailandia, cerca de 40% de las víctimas atendidas en servicios de urgencias reportaron niveles por encima de .010 mg/dL.
• En India, 28% de los accidentes en donde estaban involucrados hombres se atribuyeron al exceso de alcohol.
• En Colombia, 34% de las muertes se asocian con la velocidad y/o el alcohol.
• En Nepal, 17% de 870 choques de vehículos fueron atribuidos al consumo de alcohol. De ellos, 50% correspondieron a ciclistas, 28% a motociclistas, 17% a conductores de autobuses y 5% a conductores de transporte de carga.
• En Suecia, Holanda y Reino Unido, la proporción de lesiones mortales con exceso en el consumo de alcohol es de 20%, a pesar de que los límites legales de BAC son considerablemente diferentes: comienzan en 0.02 mg/dL, 0.05 mg/dL y 0.08 mg/dL, respectivamente.
De acuerdo con los datos del Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito, quienes están en mayor riesgo de verse involucrados en un accidente son los usuarios de las vialidades, que presentan o han presentado niveles elevados de alcoholemia.
Las pruebas de control de aliento son una medida efectiva para prevenir los accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol.
El informe Alcohol y salud pública en las Américas: un caso para la acción detalla las considerables consecuencias del consumo de alcohol en la región y sostiene que su reducción debe convertirse en una de las más altas prioridades de salud pública en el hemisferio.
La evidencia demuestra que el establecimiento de puntos de verificación de sobriedad y realización de pruebas aleatorias, así como el establecimiento de límites de concentración de alcohol en sangre son las intervenciones que muestran mayor nivel de efectividad y que tienen un costo de implementación entre bajo y moderado.
Con la realización generalizada de análisis aleatorios del aliento (al menos a uno de cada 10 conductores al año) se logran los índices más elevados de cumplimiento de las leyes que establecen los límites de alcoholemia.
Con base en lo anterior, para efectos de transparencia y legalidad en la implementación de las medidas relacionadas con la conducción bajo estado de ebriedad, los instrumentos más eficaces con miras al cumplimiento de los límites de alcoholemia son los dispositivos de análisis del aliento (alcoholímetros), que proporcionan pruebas objetivas de concentración de alcohol en la sangre.
¿Qué alcoholímetros ofrece Kabla?
Kabla ofrece una amplia línea de alcoholímetros digitales.